Solo para diversión: la vida y la muerte de la galería estadounidense

Si jamás has estado en una galería "real", podría ser bastante difícil distinguir una de, digamos, un Dave & Buster. La autenticidad es difícil de descifrar, mas hay algunas características propias de la galería de juegos de antaño: primero, tienen juegos. Muchos y muchos juegos de video, y (generalmente) máquina arcade. Están oscuros (para que puedas ver mejor las pantallas) y no venden comida ni alcohol. Puede hacer una salvedad para una máquina expendedora solitaria, claro, pero ¿comidas completas? No, gracias. No hay letrero en el exterior que afirme que “debes tener 21 años para ingresar”. Tampoco son instituciones amigables con la familia. Tu madre no querría estar allí, y absolutamente nadie la querría allá, de todas maneras. Este es un sitio a fin de que los pequeños estén con otros pequeños, adolescentes para estar con otros adolescentes y adultos en etapa temprana para servir como embajador en la residencia de la generación más joven. Es estruendoso, con todos y cada uno de los pequeños gritando y los juegos para videoconsolas en modo de demostración permanente, invitándote a perder solo una cuarta parte más. En días anteriores (si bien en los años noventa), a veces hay humo en el interior, y los gabinetes tienen las cicatrices de muchos cigarros olvidados que cuelgan del borde mientras que su dueño intenta una última vez para obtener una puntuación alta, que inevitablemente termina en su su muerte. Sin embargo, la característica definitoria de una arcada "real" es que realmente no queda nada.

Decir que Nolan Bushnell creó el arcade por sí mismo seguramente lo exageraría: las máquinas que marchan con monedas habían sido populares en U.S.A. a lo largo de décadas cuando comenzó su andadura a inicios de los años setenta, y el arcade de pinball tenía una historia (y conocido) spot en la historia americana. No obstante, asimismo es innegable que la sala de juegos para videoconsolas no habría ocurrido sin él. La maquinas recreativas sala de juegos para videoconsolas tuvo sus raíces en mil novecientos setenta y uno, cuando Computer Space, el primer juego operado por monedas y comercialmente vendido, fue desarrollado por Bushnell y Ted Dabney. Aunque se consideraba un descalabro en ese momento, el juego fue revolucionario y formó los cimientos de una nueva industria. Asimismo marcó el comienzo de una larga, ilustre y cambiante carrera para Nolan Bushnell. Sin embargo, en mil novecientos setenta y uno, Computer Space no tenía nada de ilustre, y la idea de que pronto habría arcadas dedicadas por completo a los juegos para videoconsolas era lo más alejado de la psique de todos, salvo quizá de Nolan Bushnell. No obstante, para entender el ecosistema en el que se metieron Bushnell y los suyos para crear la moderna sala de videojuegos, debes retroceder mucho alén de los años setenta.